Dos jóvenes de Huancayo, Perú, encarnan la fuerza y la belleza de una herencia musical arraigada en lo más profundo de sus raíces. Con cada melodía que interpretan, nos transportan a través de un viaje en el tiempo, donde lo antiguo y lo nuevo se entrelazan en una sinfonía de colores y emociones.

Su música es un testimonio vivo de la riqueza cultural de su tierra natal, donde las tradiciones ancestrales se funden con las influencias contemporáneas de manera magistral. 

Con cada actuación, Dorian y Korian no solo nos deleitan con su talento, sino que también nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia identidad y nuestro lugar en el mundo. Son embajadores de la música peruana, llevando consigo el alma de su tierra a cada escenario y compartiéndola con el universo con una pasión y una entrega que trascienden las barreras del idioma y la cultura. En su arte, encontramos un reflejo de la diversidad y la riqueza de la experiencia humana, un recordatorio de que, a pesar de nuestras diferencias, todos estamos unidos por el poder transformador de la música.